Inicio

24 de Marzo, Día Mundial de la Tuberculosis

Inicio 24 de Marzo, Día Mundial de la Tuberculosis
24 de Marzo, Día Mundial de la Tuberculosis
  • 24 de Marzo de 2018
24 de Marzo, Día Mundial de la Tuberculosis

El Día Mundial de la Tuberculosis sirve para generar un mayor nivel de conciencia respecto de la epidemia mundial de tuberculosis y de los esfuerzos para acabar con la enfermedad. Actualmente, 1 tercio de la población mundial está infectada de tuberculosis. La Alianza Mundial Alto a la Tuberculosis, red de organizaciones y países que lucha contra la enfermedad, organiza el Día Mundial para dar a conocer el alcance de la enfermedad y las formas de prevenirla y curarla.

Este evento, que se celebra cada año el 24 de marzo, marca el día en que el Dr. Robert Koch detectó en 1882 la causa de la tuberculosis, a saber, el bacilo tuberculoso. Este supuso el primer paso hacia el diagnóstico y la cura de la enfermedad. La Organización Mundial de la Salud (OMS) trabaja para reducir, de aquí al 2015, la tasa de prevalencia y muertes por la mitad.

La tuberculosis es una enfermedad causada por Mycobacterium tuberculosis, una bacteria que casi siempre afecta a los pulmones. Es curable y prevenible.

La tuberculosis se transmite de persona a persona a través del aire. Cuando un enfermo de tuberculosis pulmonar tose, estornuda o escupe, expulsa bacilos tuberculosos al aire. Basta con que una persona inhale unos pocos bacilos para quedar infectada.

Se calcula que una tercera parte de la población mundial tiene tuberculosis latente; es decir, esas personas están infectadas por el bacilo pero (aún) no han enfermado ni pueden transmitir la infección.

Las personas infectadas con el bacilo tuberculoso tienen a lo largo de la vida un riesgo de enfermar de tuberculosis de un 10%. Sin embargo, este riesgo es mucho mayor para las personas cuyo sistema inmunitario está dañado, como ocurre en casos de infección por el VIH, malnutrición o diabetes, o en quienes consumen tabaco.

Cuando la forma activa de la enfermedad se presenta, los síntomas (tos, fiebre, sudores nocturnos, pérdida de peso, etcétera) pueden ser leves durante muchos meses. Como resultado de ello, en ocasiones los pacientes tardan en buscar atención médica y transmiten la bacteria a otras personas. A lo largo de un año, un enfermo tuberculoso puede infectar a unas 10 a 15 personas por contacto estrecho. Si no reciben el tratamiento adecuado, hasta dos terceras partes de los enfermos tuberculosos mueren.
Desde el año 2000, se han salvado más de 49 millones de vidas gracias al diagnóstico y el tratamiento efectivos. La forma activa de la enfermedad que es sensible a los antibióticos se trata administrando durante seis meses una combinación estándar de cuatro medicamentos antimicrobianos, junto con la facilitación de información, supervisión y apoyo al paciente por un trabajador sanitario o un voluntario capacitado. La gran mayoría de los enfermos tuberculosos pueden curarse a condición de que los medicamentos se suministren y se tomen correctamente.

Durante décadas, la tuberculosis infantil ha sido una enfermedad invisible. Los niños se pueden contagiar de ella, como cualquier adulto. Pero no suelen transmitirla. Así que no se han dedicado esfuerzos suficientes para prevenirla, detectarla (algo bastante más complicado que en los mayores) ni curarla. Sin embargo, según las cifras más optimistas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), medio millón de niños enferma cada año por culpa del bacilo y 85.000 mueren.

"Después de décadas de ser relegada a las sombras, la epidemia de tuberculosis infantil está ahora en el centro de atención mundial". Así comienza la hoja de ruta de la OMS sobre esta enfermedad en niños, publicada en 2013. Estaba en la oscuridad hasta el punto de que no fue hasta 2012 cuando la organización comenzó a recopilar datos desagregados para menores. Y todavía hoy existen muchos países que no discriminan las cifras. Mozambique, uno de los que padecen mayor incidencia de la enfermedad, es uno de ellos. En cierta forma, seguimos a oscuras cuando hablamos de tuberculosis infantil.